En los más pequeños las actividades deportivas más apropiadas son las que mezclan la diversión con el desarrollo de su psicomotricidad, equilibrio y coordinación; saltar, correr, andar, nadar… Cualquier ejercicio es positivo para la salud y en especial en la etapa de desarrollo de los niños y niñas, además estas prácticas aportan beneficios desde el bienestar físico hasta la transmisión de valores, que los acompañarán el resto de su vida. Este tipo de actividades ayudan a los niños y niñas a desarrollar destrezas físicas, a socializar, a divertirse, a aprender a jugar formando parte de un equipo, a aprender a jugar con lealtad y a mejorar su autoestima; es por eso que los niños y niñas del grado transición disfrutan de una forma lúdica, sana y saludable.